Cuidado de la Dentadura en la Tercera Edad

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La dentadura debe a toda edad requerir tanto de cuidado doméstico adecuado como de revisiones dentales periódicas, así, los dientes pueden durar toda la vida. Sin embargo, durante la tercera edad, es posible que la persona enfrente alteraciones referidas a su salud bucal, aun si se cepilla y utiliza hilo dental con regularidad.

Siempre será recomendable que mantenga sus dientes y encías saludables cepillándose por lo menos dos veces al día con una pasta de dientes y enjuague bucal con flúor, además de utilizar el hilo dental diariamente y visitar al dentista en forma periódica, para realizarse limpiezas profesionales y revisiones.

En el caso de la tercera edad es además común encontrar pacientes con prótesis dentales, aquellos que toman medicamentos, además de los trastornos generales de la salud. El odontólogo y el médico pueden ayudar a enfrentar la mayoría de esos desafíos satisfactoriamente. Se debe recordar que el envejecimiento puede inducir cambios sustanciales en la estructura de la cavidad oral e incluso en su funcionalidad, como la disminución de la secreción de saliva, por lo que la boca tiende a presentar sequedad; hay un mayor desgate de la superficie de los dientes, se hacen más afilados, se tornan quebradizos y amarillean; se produce un retraimiento de las encías y una pérdida de hueso alveolar, lo que favorece la posible pérdida de dientes y, llegado el caso, se pierde capacidad de apoyo para la prótesis removible; y los tejidos tienen una menor capacidad defensiva y reparadora frente a s infecciones bacterianas y fúngicas, según especialistas.

Hay recomendaciones que sirven para toda una vida, como cepillarse los dientes al menos dos veces al día, bien con un cepillo eléctrico o con uno manual de cerdas suaves; utilizar al menos una vez al día el hilo dental para limpiar los espacios interdentales; si se utiliza una prótesis removible, sea parcial o total, hay que limpiarla a diario de forma adecuada, preferiblemente por la noche, ya que conviene quitársela al menos durante cuatro horas diarias; dejar de fumar, pues el tabaco agrava los problemas de las encías y las caries, favoreciendo la pérdida de dientes; conviene beber agua corriente, ya que contiene flúor, lo que permite prevenir la aparición de caries; y por supuesto, visitar regularmente al odontólogo para que le realiza una revisión dental completa.

Las caries y el deterioro de las superficies radiculares de los dientes son más comunes en las personas mayores. Por lo tanto, es importante cepillarse con una pasta de dientes con flúor y utilizar el hilo dental.

La sensibilidad puede agravarse a medida que se avanza en edad. Las encías se retraen con el tiempo, exponiendo zonas del diente que no están protegidas por el esmalte. Esas zonas son particularmente propensas al dolor ante alimentos o bebidas frías o calientes. En casos severos, puede presentarse sensibilidad al aire frío, a bebidas y alimentos ácidos y dulces. Si experimenta sensibilidad, pruebe una pasta de dientes para dientes sensibles. Si el problema persiste, consulte al dentista.